Torres de Serranos de la muralla de Valencia en 1891
Todos los miércoles de Abril veremos la
luna y V
Quedarse a la luna de
Valencia es una expresión muy conocida pero de origen desconocido, Puede tener
su fundamento en las murallas que rodeaban la ciudad. Éstas tenían unas puertas
que por la noche se cerraban y aquellos rezagados que llegaban tras el cierre
no podían pasar al interior y por lo que debían pasar el resto de la noche al
raso, a la luna de Valencia.
Otra versión dice que cuando
la expulsión de los moriscos de la ciudad estos se arremolinaban en las playas
de Valencia, a la espera de ser trasladados hasta las costas de Argelia,
Marruecos y Túnez, pasaban esperando varias noches a la luna de Valencia.
Hay quién atribuye el uso de
la expresión a aquellos barcos que arribaban a las costas valencianas y debido
a la mala marea no podían acercarse para atracar, motivo por el que sus
pasajeros permanecían a bordo, a la luna de Valencia, esperando poder
desembarcar.
Hay otra teoría que asegura
que la luna de Valencia no eran otra cosa que los bancos en forma de media luna
que existen en algunas zonas de los pretiles del río Turia, donde los rezagados
se veían obligados a pernoctar tras el cierre de las murallas a medianoche.