En ocasiones veo muer… No, es broma, pero a veces me la juego, me
subo a una escalera para cambiar una bombilla, reparo un enchufe sin quitar la
luz, cruzo la calle sin mirar, o me como una bolsa grande de gominolas. Y es
que a los ángeles guardianes les gusta estar con nosotros, sentirse útiles y
ayudarnos en todo.
demasiadas veces al día nos jugamos la vida..., sino que aburrido no??
ResponderEliminarBuenos días! Si hay que poner un poco de chispa a esto de vivir.
EliminarSaltos y brincos a ritmo de jota aragonesa
Lo del enchufe... ayyyyy, qué yuyu, por Dios. Los calambres me gustan muy poquito.
ResponderEliminarPero, claro que hay que arriesgarse un poco cada día. Yo voy hoy también a arriesgar mi vida comiéndome una bolsa de esponjitas, ¿vale?
Soy una mujer valerosa y denodada, como tú, Ester.
Saltos y brincos.
Pues te cojo un par de esponjitas que me gustan mucho. Que esto son dos días. Saltemos y brinquemos
EliminarEs que somos unos temerarios, o unos inconscientes, o unos locos, o valientes, o quizá sea eso, que tenemos un ángel a nuestro lado, lo malo es que a veces se despista, o se duerme, o se olvida de nosotros, o se va...
ResponderEliminarUn beso Ester.
Si el ángel de la guarda se va o se despista siempre nos queda:
EliminarJaime Sabines
Me encanta Dios
Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos.
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida, sea para siempre.
Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- ¡bacterias mutantes!
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.
Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.
Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.
A mí me gusta, a mí me encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios.
Un beso para ti
Cada vez que salgo indemne de la revisión anual en el dentista, me como 20 regalices rojas de una sentada para celebrarlo.
ResponderEliminarY ahora mismo me voy a cambiar el interruptor de una lámpara de pie, así que espero que mi ángel de la guarda no se haya tomado el día libre.
¿Tegalices? Umm que buenas estan. Y el ángel hoy es fiesta seguro que te cuida.
EliminarSaltos y brincos y jotas
Yo creo que todos somos un poco kamikazes, Ester..si no ¿cómo se entiende que sobrevivamos en/a ésta época?
ResponderEliminarUn beso saltarín
Tienes razón, por eso los ángeles doblan turnos.
EliminarOtro beso saltarín