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La editora de este maravilloso blog no publica en fin de semana, ni visita, ni responde; descansa y deja descansar.

25 de octubre de 2012

Palabras…




Las palabras nunca dichas guardan secretos, las miradas entornadas dicen todo, los brazos cruzados son defensa. Es difícil volver atrás, es difícil y además ¿para que?

Cuidado con la dignidad, su abuso te puede dejar sola.

21 comentarios:

  1. Aunque se vean obras de hace miles de años o se lea lo escrito solo hace cientos, la comunicación siempre es presente.
    ¿Quién tan digno que permanezca incomunicado?
    Besos.

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    1. Aquellas pinturas en las cuevas o los silbatos hechos con huesos, ya eran una forma de comunicación, hoy tenemos la palabra y a veces no la empleamos, nos vestimos de una dignidad mal entendida para permanecer ajenos al devenir de las situaciones.
      Mi dignidad que es la mía, y a mi medida me permite dar saltos y brincos de alegría.

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  2. Siéndo niño, vi una fotografía en blanco y negro en la que aparecía Spencer Tracy con sombrero de copa, chaleco, camisa y corbata de chaqué, orquídea en la solapa, guantes y bastón, zapatos relucientes y calcetines negros con ligas.

    Lo de las ligas era fácil de saber, más que nada porque el sr. Tracy iba en calzoncillos.

    Y sin embargo, muy pocas veces he vuelto a ver a nadie dar una mayor sensación de dignidad.

    Por cierto, excelente el vídeo de los Stones de según se mira el blog a mano derecha.
    Así que, aunque todo lo que escuche sea doom and gloom, esta vez sí: ¡¡SALTOS Y BRÍNCOS!!

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    1. ¡Excelente memoria fotográfica! La dignidad no está en el atuendo, mi actitud cambia según quien tengo enfrente, mi personalidad es siempre la misma, y el pesimismo de esta canción, me quita el mío ¿O yo no soy pesimista?
      Tu que eres tan observador, y no das puntada sin hilo, no dices nada del teclado o es que eso ya es mucha condena y tristeza.
      Saltos y brincos

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    2. Lo de este individuo me reafirma en la idea de que los asuntos públicos son demasiado serios para dejarlos en manos de los politicos.

      Más ciudadanos como Javier Marías y menos sinwertgüenzas es lo que hace falta.

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    3. Son tantos los sinvergüenzas y los sinwertgüenzas que no se donde los podríamos meter.

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  3. Sí, estoy de acuerdo con tus verdades. Si eres demasiado digna es que te está sobrando dignidad,; siempre que hay demasiado , es que algo sobra.
    Besos.

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    1. Y no estamos para sobras, no se puede echar nada a perder.
      Lo que nunca sobra son tus comentarios, me llenan el blog de sabiduría.
      Saltos y brincos

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  4. ¿Volver para atrás? para coger impulso Ester, jeje.

    Un beso.

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    1. Me gusta, nosotras somos así. Te cambio el beso

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  5. Al piacico de teclado ese que se mueve por voluntad propia, es el que se va a quedar más solo que la una, lo está consiguiendo a marchas forzadas, con dignidad o sin ella.
    Saludos, los brincos cuando el teclado cambie de opinión y se promocione la Educación, la Cultura y el Deporte, ya que los brincos no llegan a la categoría de deporte.

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    1. El teclado QWERTY es el que tiene las letras puestas en ese orden, yo solo he hecho una captura.
      Y me acabas de dar un disgusto con eso de que los brincos no son deporte con lo que yo entreno

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  6. Es que, a veces, confundimos dignidad con orgullo...

    De todos modos, nada es positivo en exceso

    Besos

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    1. Desde luego que no hay que ser exagerada en ninguno de los aspectos de nuestra vida. Sabemos que somos las mejores pero no lo vamos pregonando jeje.
      Salts i bots

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  7. A veces un exceso de dignidad puede resultar, paradójicamente, ridículo.
    Saltos y brincos, Ester, preciosa, hoy he pasado muy tarde por tu casa.

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    1. Las visitas me encantan, nunca cierro la puerta, no hay horarios
      Saltos y brincos para que veas que me ha hecho ilusión tu visita

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  8. Hoy estoy muy espesa, no sé qué decirte, quizá algo que va con el día que he tenido: a veces volvería atrás,¿para qué? para tener seis años y oler a violetas, para hablar con mi madre y contarla mis secretos.

    Buenas noches Ester.

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    1. Me hubiera gustado estar cuando viniste. Ese volver que tu quieres, puedes, cerrando los ojos dejar que tus pensamientos te lleven. Puedes hablar en voz alta y tus palabras llegaran.
      Todos queremos en algunos momentos estar en aquella casa que olía a bizcochos y sonaba a risas y juegos. Yo regreso reproduciendo aquello en mi casa intentando que mi familia disfrute como yo disfrute.
      Un abrazo y unos besos

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    2. Vine, llegué, aturdida y algo llorosa, pero volví como siempre refugiándome en el cariño de ellos, los de ahora y en todo lo que juntos hemos creado.

      Quizá no me entiendes ¿o si?, sí, tienes la virtud de leer entre lineas.

      Un salto para darte un abrazo.

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