La esperanza es esa cosa con plumas
que se posa en el alma,
y entona melodías sin palabras,
y no se detiene para nada,
y suena más dulce en el vendaval;
y feroz tendrá que ser la tormenta
que pueda abatir al pajarillo
que a tantos ha dado abrigo.
La he escuchado en la tierra más fría
y en el mar más extraño;
mas nunca en la inclemencia
de mí ha pedido una sola migaja.
Emily Dickinson
Una metáfora recorriendo los versos, la esperanza simula al pájaro
Campirela nos deja un comentario: "La esperanza es un hilo dorado que atraviesa el caos, fino pero resistente, capaz de sostener el alma"

Ojalá no la perdamos nunca esa cosa con plumas Ester. Nos ayuda a conseguir y seguir caminando.
ResponderEliminarBuena semana.
Un abrazo.
A lo mejor la esperanza necesita algún empujoncito, no parece que pueda sola con tanta carga. Unos abrazos
EliminarEsa ave llamada esperanza, siempre en nuestra mano, aunque a veces vuele demasiado lejos.
ResponderEliminarFeliz miércoles Ester.
Besos
Si vuele esparcirá libertad por doquier, ojalá le llegue a todos. Un abrazo grande
EliminarBuenos días, qué bonito lo escrito , y además que necesaria es .
ResponderEliminarTe dejo mi aporte a ella.
La esperanza es un hilo dorado
Que atraviesa el caos, fino pero resistente, capaz de sostener el alma.
Besos y muy feliz miércoles.
Un aporte precioso que mi pajarito ha subido a lo alto. (por si alguien no lee los comentario) Abrazos
EliminarQué preciosidad de poema escribió Emily Dickinson, ese pajarillo casi imbatible al que se escucha hasta en las tierras más frías...
ResponderEliminarTambién me encanta el aporte de Campirela, la esperanza como un hilo fino y resistente... sí, necesitamos a veces agarrarnos a algo así para proseguir, para no perder aliento, para no caer en abismos...
Gracias, Ester, buen miércoles, no perdamos la esperanza, un abrazo
Muy hermoso. Un beso
ResponderEliminarDicen que la esperanza es lo último que se pierde, ¿verdad?
ResponderEliminarUn abrazo, Ester.
¡Feliz día!
Un precioso poema de Emily Dickinson, gracias Ester por traerlo, un abrazo!
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