A veces quiero preguntarte cosas,
y me intimidas tú con la mirada,
y retorno al silencio contagiada
del tímido perfume de tus rosas.
A veces quise no soñar contigo,
y cuanto más quería más soñaba,
por tus versos que yo saboreaba,
tú el rico de poemas, yo el mendigo.
Pero yo no adivino lo que invento,
y nunca inventaré lo que adivino
del nombre esclavo de mi pensamiento.
Adivino que no soy tu contento,
que a veces me recuerdas, imagino,
y al írtelo a decir mi voz no siento.
Gloria Fuertes
Todo lo que hizo lo hizo bien, vivir le costó un poco más, su biografía es tan tierna como dolorosa y un compendio de lecciones.
Una de las grandes.
ResponderEliminarSiii, creo que una opinión común y todos la hemos leído pero me gusta repetir de vez en cuando
EliminarDe joven ya la leía, mis hijos casi aprendieron a leer con ella, Gloria Fuertes tiene lugar preferente en mi rincón de lecturas.
ResponderEliminarSu biografía no deja indiferente a nadie. Me encanta este merecido y gran homenaje que le has hecho al que me añado.
A ver qué nos depara la nueva semana ¡Un respirito, porfi!
Saltibrincos y besos.