Pero yo soy judía, Padre, no
sé si la religión judía castiga también los malos pensamientos.
-¿De veras no lo sabes?
-No, Padre.
-¿Pero sabes que nosotros los católicos sabemos que se castigan los malos pensamientos?
-Sí, Padre. Sé que un mal pensamiento es un pecado venial y se limpia torturando la mente con la repetición de una misma oración muchas veces seguidas.
-¿Cómo lo sabes?
-Lo espié en el catecismo de mi compañera de banco en el colegio. Espiar también es un pecado, ¿verdad, Padre?
-No sabría que contestarte, niña, porque lo que espiabas erala Verdad Revelada.
Pero en vez de seguir espiando el catecismo debiste venir a nuestros brazos y
hacerte bautizar. ¿Por qué no lo hiciste?
-Lo pensé, Padre, lo pensé muchas veces. El agua bautismal borra todos los pecados. Pensé que un día cualquiera podía masturbarme por última vez en mi vida, luego ir a hablar con el cura de la iglesia parroquial, hacerme bautizar y no masturbarme nunca más, y nunca tendría que confesárselo a nadie.
-¿Por qué no lo hiciste?
-Me parecía injusto, Padre. Hubiera sido algo así como aprovecharme de los sacramentos. Y no estaba en absoluto segura de que no iba a masturbarme nunca más.
Y así fue como nunca me hice católica. Ni quise averiguar, por las dudas, si la religión hebrea prohíbe la masturbación, si castiga los malos pensamientos. Prefiero no saberlo, porque no me gustaría enterarme de que no los castiga. Sé que los jóvenes rabinos de los grupos más ortodoxos no pueden tocar a las mujeres, excepto a su esposa, ni siquiera para estrecharles la mano.
-Me parece muy bien.
-¿Quién le pidió su opinión?
-¿No está hablando conmigo?
-¿De veras no lo sabes?
-No, Padre.
-¿Pero sabes que nosotros los católicos sabemos que se castigan los malos pensamientos?
-Sí, Padre. Sé que un mal pensamiento es un pecado venial y se limpia torturando la mente con la repetición de una misma oración muchas veces seguidas.
-¿Cómo lo sabes?
-Lo espié en el catecismo de mi compañera de banco en el colegio. Espiar también es un pecado, ¿verdad, Padre?
-No sabría que contestarte, niña, porque lo que espiabas era
-Lo pensé, Padre, lo pensé muchas veces. El agua bautismal borra todos los pecados. Pensé que un día cualquiera podía masturbarme por última vez en mi vida, luego ir a hablar con el cura de la iglesia parroquial, hacerme bautizar y no masturbarme nunca más, y nunca tendría que confesárselo a nadie.
-¿Por qué no lo hiciste?
-Me parecía injusto, Padre. Hubiera sido algo así como aprovecharme de los sacramentos. Y no estaba en absoluto segura de que no iba a masturbarme nunca más.
Y así fue como nunca me hice católica. Ni quise averiguar, por las dudas, si la religión hebrea prohíbe la masturbación, si castiga los malos pensamientos. Prefiero no saberlo, porque no me gustaría enterarme de que no los castiga. Sé que los jóvenes rabinos de los grupos más ortodoxos no pueden tocar a las mujeres, excepto a su esposa, ni siquiera para estrecharles la mano.
-Me parece muy bien.
-¿Quién le pidió su opinión?
-¿No está hablando conmigo?
-No, no estoy hablando con
usted.
-¿Con quién está hablando?
-¿Con quién está hablando?
Alicia Steimberg
Pido disculpas por la extensión, ya sabéis: “Autodidacta es el
blog que edita desde algún lugar de España Ester Marin, con textos que tienden
a la brevedad, que narran momentos reales o ficticios, que ni es un diario ni
tiene ideario. . .”
Es un blog donde la autora desde algún lugar de España, muestra lo que le apetece mostrar y con ello, ha conseguido montones de adeptos fieles,que no es poca cosa.
ResponderEliminarEn cuento a este trazo de su obra, me parece tan sabia...
La ignorancia voluntaria es de lo más gratificante relacionada con cualquier tema. Si el tema es la religión, esa vastedad tan plagada de contradicciones, tan proclive a ser interpretada...es genial.
Besos.
Uy que largoooooooooooooo¡¡¡ me he perdido por lo de masturbarse...vuelvo a empezar¡¡¡
ResponderEliminarQué haces muy bien hablar de lo que quieras¡
Bss niña¡
Hoy el breve voy a ser yo.
ResponderEliminarCómo escribir literatura erótica (Buenos aires, Septiembre de 1993) Alicia Steimberg.
Abrazos
A veces es mejor desconocer
ResponderEliminarYo, el día que hice mi comunión, estaba cagado de miedo porque nunca me confesé y además no me sabía el Credo. Seguramente ha sido el día más Feliz de mi vida.
ResponderEliminarCháchara sobre preceptiva religiosa entre dos intolerantes (judía y católico).
ResponderEliminarPara eso tenemos una conciencia, es la que nos conoce mejor que NADIE.
ResponderEliminarEste circunloquio que publicas, me recuerda a aquella revista "La Codorniz".
ResponderEliminarNo tanto como "Dialogo de besugos", pero por ahí anda la cosa, Sra. o Srta. Ester Marín.
Un afectuoso saludo de este amigo que lo es, seguro servidor.
manolo
Cuando de pequeño te dicen que hasta meterse las manos en los bolsillos era pecado, cuando te haces mayor, renuncias a toda religión.
ResponderEliminarSaludos
Pienso que Dios está por encima de todas las religiones y los preceptos, que el hombre ha creado...El nos espera siempre, nos acepta y nos conoce. El hombre es libre y debe actuar de acuerdo con su propia conciencia, lo principal es no hacer daño a nadie y seguir mejorando su espíritu.
ResponderEliminarMi gratitud por compartir y mi abrazo siempre, Ester.
M.Jesús
A mí me pareció corto, me quedé con ganas de más.
ResponderEliminarDolor de los pecados y propósito de enmienda son dos de los requerimientos para una buena confesión. El caer no tendrá mas importancia si lo volvemos a intentar. No entiendo sea engañar los sacramentos, demasiado sabrá Dios lo pecadores que somos, lo importante es tratar de mejorar.
ResponderEliminarLas religiones han contaminado y confundido al ser humano.
ResponderEliminarTodo es pecado, todo está mal y respecto al sexo ni te cuento.
Mi religión es disfrutar con alegría de todos los placeres de la vida, sin hacer daño y causar sufrimiento en los demás.
Feliz fin de semana.
Por cierto es pecado ver esta noche la final de Europa, tomándose unas birras con los amigotes?
Pues lo dicho a pecar que son dos días.
que meha gustado el párrafo final..
ResponderEliminarLa conciencia es, al fin y al cabo, la que nos dice si lo que hacemos está bien o mal. Las religiones -todas ellas- han manipulado el mensaje de sus creadores, pero como dice Emilio Manuel, a mí de pequeña también me decían que casi todo era pecado y eso de alguna forma es fastidiarte la infancia. Simplemente hay que intentar ser una buena persona.
ResponderEliminarPrimero, no hay sacramentos, lea la biblia y alli no encontrara nada de lo que invento la iglesia cristiana o universal.
ResponderEliminarYahshua nos enseña que seremos jusgados hasta por nuestros pensamientos.
La verdadera religion es la judia (no soy judio), Yahshua era judio a enseñar a los judios el reino de dios YAHWEH.
Saludos
YO PIENSO QUE DIOS (SOY CREYENTE) SÓLO NOS VA A JUZGAR POR CÓMO NOS HEMOS PORTADO CON NUESTROS SEMEJANTES, SI HEMOS HECHO MAL, A CONCIENCIA, O SI HEMOS HECHO TODO EL BIEN QUE HAYAMOS PODIDO HACER. PIENSO QUE NO NOS VA A PREGUNTAR SI SOMOS JUDÍOS, CRISTIANOS, CATÓLICOS ETC, ETC. TODAS LAS RELIGIONES TIENEN SUS LUCES Y SOMBRAS, COMO LOS MISMOS SERES HUMANOS QUE LAS COMPONEN.
ResponderEliminarBUEN SÁBADO Y BESOS.
Entiendo su duda, porque no esta segura de no volver a hacerlo, y menudo compromiso
ResponderEliminarmuakkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
Por encima de las religiones estan las convicciones humanas y mientras estas sean humanas y no crueles nadie debe opinar de si son o licitas.
ResponderEliminarBesos.
Alicia Steimberg es BUENISIMA ! y el texto no tiene desperdicios. Puro talento.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Muchos besos del alma.
¡FELIZ FINDE !!
Muy buen texto si.
ResponderEliminarLleno de verdades.
Buen fin de semana.
Besos
Perfecto, un texto que no tiene desperdicios, lleno de verdades que muchos piensan y pocos se animan a decirlo.
ResponderEliminarCariños…
Sin tapujos y con valentía, tal cual eres tú.
ResponderEliminarPor favor dime, tendremos una segunda parte???, por no perdermela...
Besos fuertes
tRamos
Me ha gustado...., yo no creo en los pecados ;)
ResponderEliminarGracias a todos por vuestra visita y vuestros comentarios, mañana regreso y me iré acercando por vuestros blogs. Abrazos saltarines.
ResponderEliminarYo, simplemente actúo según mi conciencia sin hacer caso a ninguna religión ni sacerdote. Que den ejemplo ellos con sus acciones en vez de juzgar a nadie y allá cada uno con su vida.
ResponderEliminarSe me ha colao el acento de actuo
ResponderEliminarExtiéndete mil cuartillas más porfa, que todito todo lo que trasmites es de gran valor.
ResponderEliminarMuchos besos anisados, con abrazo y saltibrincos, jajaja!
Hay quien lo ha llamado literatura erótica, vale, pues eso. De todos los modos el texto tiene su miga y está muy bien.
ResponderEliminarTienes la virtud de hacerme pensar sea la hora que sea.
Hay estrellas esta noche y hay una que brilla un poco más, siempre hay una, no sé las veces que me asomo y miro, y miro, y vuelvo a mirar ........ es una necesidad.
Un abrazo.
En la madurez comprendemos todo aquello que de niños nos enseñaron, es entonces cuando decidimos, elegimos después de una reflexión en el tiempo. Cuando siguen las dudas, por salud es mejor "hacerse" ignorantes y tolerantes, respirar hondo y practicar la paciencia.
ResponderEliminarUna pecadora espía de tu blog.
Un abrazo
Me hubiera gustado saber que le contestó.
ResponderEliminarUn beso.
Simplemente...¡delicioso!
ResponderEliminarGracias y besos (para la iglesia un espejo)
Hola Ester.
ResponderEliminarMuy bueno, me ha gustado leerlo. GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Saco en conclusión que en religiones, cuanto más ignorante se sea mejor.
Lo más importante es no hacer daño a nadie, si se puede hacer el bien hacerlo. Lo demás va en la conciencia de cada cual. Y si a uno/a le apetece masturbarse, pues no hace daño a nadie, y sí pasa un buen rato. Lo más que seguro que no creo que le importe mucho a Dios porque él nos quiere felices.
Yo creo en los hombres/mujeres, creo en lo tangible, en la bondad, en el perdón, en la caridad,...
Me he quedado con ganas de seguir leyendo más.
Saludos y un abrazo