Algunas cosas no regresan
nunca
No saben regresar, no pueden,
La gente que habita en el
espejo,
La risa ausente,
Mi primera amapola.
Cosas que solo saben irse...
Se van en silencio.
Se van,
Como las pompas de jabón,
La infancia, el tiempo, o los
calcetines de rombos.
Cosas que desaparecen en la
nada,
Como las llaves, un libro,
El primer amor/ el último.
Las ganas de correr descalza
por el parque.
El agua que gota a gota
pierde un grifo.
Se van.
Cosas que ya no son las
mismas,
La foto después de la
ausencia,
La oruga después del vuelo
O mi cuerpo después de mis
hijas.
Pero hay cosas que sí, que se
sostienen,
El olor en el armario,
El jarrón de la tía Carmen,
La “tiendadeloschinos”.
Cosas que regresan
implacables,
A su mismo sitio, tenaces,
persistentes,
Fieles, como el hambre,
La envidia, el dolor.
Cosas que nos acompañan,
El buen olor, los amigos,
Esa estilográfica que tanto
dijo.
¿Qué cosas he olvidado?
¿La tecnología? nos acompaña en todos nuestros movimientos y me permite darte la enhorabuena por tu blog.
ResponderEliminarCarmen
Gracias Carmen, tienes razón. Está presente en casi todo lo que hacemos. Ester
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