Walt Whitman, fue un montón de cosas, poeta, ensayista,
periodista… hay quien inscribe su trabajo en la transición entre el
trascendentalismo y el realismo filosófico, pero yo lo traigo aquí como poeta y
en concreto por la elegía “Oh Capitán! ¡Mi Capitán!” (25 versos en 3 estrofas)
que compuso en 1865 como homenaje al presidente Abraham Lincoln, poco tiempo
después de ser asesinado y que se hizo famosa por la película El club de los poetas muertos.
Su cerebro fue enviado a la Sociedad Antropométrica Americana para que fuera pesado y medido. Pero a uno de los trabajadores del laboratorio se le resbaló el cerebro. "Se desparramó por todas partes y ahí terminó la historia.
«Soy tan malo como el peor, pero gracias a Dios soy tan
bueno como el mejor» una frase suya