El silencio existe, la ausencia de ruido se puede escuchar
en la “sala Munroe”, los decibelios se cuentan en negativo y puede ocurrir algo
inquietante: en su interior se puede llegar a oír la sangre corriendo por tu
cuerpo y tus ojos chapoteando mientras se mueven en el cráneo.
“Escuchar” ese silencio es imposible durante mucho tiempo,
dicen que 45 minutos es el record, pero hay que valorar las bondades para
ciertas enfermedades, para entrenar astronautas, para la fabricación de máquinas…
La cámara especialmente construida durante casi dos años, y tras
ocho meses de busca de un edificio idóneo para albergarla está oculta en las
profundidades de un edificio en la sede de Microsoft en Redmond, Washington,
donde se encuentran los laboratorios de hardware de la firma.
Por si quieres construirte una aquí están las pautas: La
cámara anecoica (sin eco) es un cubo que mide 6,36 metros en cada lado.
Cada una de sus seis superficies está revestida con grupos de cuñas
de espuma de absorción de sonido de 1,2 metros que ayudan a prevenir
el eco de cualquier sonido producido en el interior.
Un piso hecho de cables de acero -el mismo tipo
utilizado para detener aviones de combate cuando aterrizan en portaaviones- se
enlazan como una red de trampolines por encima de las cuñas de espuma en el
fondo de la cámara.
Sellos alrededor de las puertas de la cámara y las
habitaciones que la rodean también impiden que se filtre el ruido.
Si no te ves con ganas también la cámara en sí está
disponible comercialmente para que cualquiera pueda comprarla.
La información es mucha, y está en Internet, no la comparto toda que bastante me he excedido ya, pero os aconsejo que busquéis videos.

No conocía ese sitio. Un beso
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