Un Día importante…

                                        Entierro de Cristo, Tiziano, Museo del Prado

Algunos enterramos a los muertos, les damos sepultura en la tierra, los alojamos en panteones o en nichos dispuestos para este fin, y cada vez más recurrimos a la cremación. En cualquier caso, no solo se trata de algo propio del culto religioso, sino que es parte de las políticas sanitaras.

Otras costumbres mantienen otro tipo de trato con sus difuntos. Los momifican, los queman en hogueras, los envían al mar sobre balsas, los embalsaman, los guardan dentro de envases herméticos con sus pertenencias y así, según la cultura, se les rinde un último homenaje a los difuntos.

Hoy podemos recordar a José de Arimatea, seguidor de Jesús que acude cuando este es bajado de la Cruz y organiza, apresuradamente, el modo de darle un trato digno al cuerpo de su Señor y aúna sus recursos para saltarse la clandestinidad que los agobiaba, para obrar como cristiano y darle un trato respetuoso y la dignidad que merece el Cuerpo de un Amigo