El blog si sale...

Estoy viviendo por encima de mis posibilidades, cada mañana tomo el café con tostadas y algunos frutos secos mientras repaso los periódicos luego ya me ducho y completo el aseo, me visto como si fuera a recibir visitas y ahí es donde derrocho, tengo ropa tan antigua que en las etiquetas pone: hecho en España, ropa  que no me favorece, ese largo que ni sí ni no, que está pasada de moda, con colores que ya no se llevan ni en los plastidecor... pues bien yo me la pongo, pero cuando me la cambio no va la lavadora,  la tiro a la basura, (En Cáritas ni la quieren)

Y aquí sigo, elegantemente vestida para retomar la lectura, pero a veces hago un descanso y doy un paseo por el pasillo, son ya tantos días en casa,  a ratos me voy a mirar en el espejo, no, no es coquetería es por sentirme acompañada y ayer se me ocurrió que podrá hacer algo con mi pelo, yo claro, las pelus están cerradas, y manos, bueno tijeras a la obra. empecé por detrás con un espejo auxiliar, luego pase a las patillas y después a lo alto, genial, el pelo iba cayendo y yo estaba muy animada, llegué al flequillo y como ya tenía ¿practica? maneje las tijeras con ritmo.

Ahora ya no estoy confinada estoy escondida y os garantizo que no voy a salir de casa hasta que me crezca el pelo. Es una idea para los que os cuesta estar confinados.