Las llaves están aquí,
cada una con el nombre de la dama protegida
Aquellos cruzados que conocían muy bien los refranes, de
oídas, (eran analfabetos) repetían como cotorras: “Fiarse de la propia mujer
está bien, pero no fiarse está mejor” así que antes de partir colocaron a sus
mujeres ese incomodo (no lo digo por experiencia) cinturón llamado de castidad
y partieron tranquilos. Vencieron a los musulmanes y olvidándose de sus mujeres
se dejaron obnubilar por las maravillas de Oriente. El viejo continente se
apagaba pero había que hacer algo con los “cinturones” y fue que se experimentó
un creciente interés por el hierro, ¡fabricarían llaves!
Y de ahí nace el apellido Smith (herrero) en Inglaterra,
Schmitd en Alemania, Ferrari en Italia…
Pero si que hay ejemplos físicos de cinturones de
castidad que son exhibidos en museos, pero según el Museo Británico: “Es
probable que la gran mayoría de los ejemplos que ahora existen se hicieron en
los siglos XVIII y XIX como curiosidades o como chistes históricos”.
Y para historia simpática y picarona la que describe el
Arcipreste de Hita en voz del personaje de don Pitas Payas
Juan Ruiz, ¿tendría experiencia en la transformación de cordero a carnero?
ResponderEliminarAbrazos.
No lo se con seguridad pero tengo claro que ya no se lo puedo preguntar. Un abrazo y una sonrisa
Eliminar¡Ofú!
ResponderEliminarTe lo prometo, ni puñetera idea de todo esto. ¡Cuánto se aprende contigo!
¡Qué arte tienes en escudriñar curiosidades asombrosas, no ni ná!
Me has alegrado la mañana.
Besazos.
Del cinturón de castidad seguro que has oído hablar, luego lo demás como tu dices se escudriña un poco aquí y otro poco allí, se mete en la "minipimer" y lo que salga. Sigue contenta que aun queda día para repartir sonrisas. Un abrazo preciosa
EliminarCreo que de esos cinturones, viene la habilidad de abrir cerraduras sin llave, jajaja. No sabemos si sería cierto lo de ponerles cinturón de castidad a sus mujeres pero "cuando el río suena, agua lleva" Un abrazo
ResponderEliminarTiene que ser muy incomodo, y parece que se oxidaban con el agua, ¿no se bañaban? Abrazucos Ana
Eliminarpor desgracia, la censura y castidad forzada se impone por otros métodos
ResponderEliminarbesos
Es probable, pero parece imposible que en el siglo XXI pueda haber castidad forzada. Un abrazo
EliminarMuy divertido el enlace del cordero y el carnero. En verdad era un mito, pero claro, como se hicieron de manera formal, da mucho qué pensar. Sin embargo, no en el medievo, sino en la época victoriana, "se fabricaron cinturones más pequeños, ligeros y refinados que eran usados por pequeños periodos de tiempo para evitar las violaciones, por ejemplo en viajes, como pruebas románticas de la fidelidad o para impedir que las mujeres, especialmente las más jóvenes, se masturbaran o se tocaran en cama durante la noche; ya que se creía que esta práctica era altamente perniciosa y podía derivar en enfermedades físicas o mentales."
ResponderEliminarEn cualquier caso, es una visión de control sobre la mujer, una que sería muy cruel y antihigiénica :-) Un abrazo y feliz miércoles
Creo que esos eran de cuero, pero en cualquier caso la libertad de la mujer no se puede meter en un cinturón. Me alegro que te divirtiera el enlace, tenemos muy buenas obras que a veces pasamos por alto. Abrazos
EliminarLeyendo la historia me estaba viniendo a la cabeza la señora que “restauró” el Ecce Homo, y en cómo iba a quedar el corderito jajaja… Al menos solo le sumó unos cuántos años, que eso ya entra dentro de la normalidad jajaja
ResponderEliminarSupongo que, como en casi todos los mitos, hay algo de verdad, aunque solo sea la intención… Y la práctica de abrir cerraduras con las horquillas, seguro viene de ahí 😁
En cualquiera caso, y mirando hacia atrás, que contenta de haber nacido (a pesar de pesares) en esta época!
Abrazos y sonrisas miles, y muy feliz día, mi preciosa Ester 😘🌼
Estoy de acuerdo que esta época es la mejor de las conocidas pero creo que las venideras aun serán mejores, cuando me reencarne te lo cuento.Los siglos pasado fueron duros para ellos y para ellas hasta peligrosos. abrazucos para ti con mucha alegría
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ResponderEliminarHay una canción de Juan Peña "El Lebrijano" y la Orquesta Andalusí de Tanger que dice eso de ...
ResponderEliminar"la llave que me diste la tiré al pozo
y el que la encuentre será mi esposo"
A lo mejor no tiene nada que ver, pero es que los hombres somos tan simples que les ponemos candados hasta a el campo.
Un abrazo
Jajaja, no te voy a dar la razón sobre los hombres aunque la tienes, no te vayas a enfadar. Y no se si la letra tiene algo que ver con los cinturones o con las cancelas. Un abrazote
EliminarYo pensaba que sí habían existido los cinturones de castidad, pero que barbaridad, auténtica tortura, la esposa debía quedar marcada con llagas y roces. En el monasterio de las Huelgas nos enseñaron las faldas de Isabel la Católica, que según trascendía la fragancia, se añadía una falda mas, llegando a llevar 6 o 7, una sobre otra. Por eso eran tan exitosas las mesoneras tan lozanas y bañadas en los ríos.
ResponderEliminarY la primera falda tenia delante un rejilla para los encuentros amorosos, rápidos y escondidos, luego encima llevaban esa especie de delantal que lo cubría, pensar en la higiene de entonces se me hace muy dificil, el agua va, los caballos dejando sus heces, las ropas hasta el suelo... y la lavadora sin inventar. Abrazos
EliminarY los señores de la guerra. Polvo, sudor y hierro, el Cid cabalga. Mas la sangre de los combates. Se conocería su presencia por el hedor.
EliminarQue se mezclaría con los demás fluidos, imaginarlo ya apesta, podríamos decir que existió una "edad pestilente" y el pelo y los dientes. Bendita el agua y el jabón.
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ResponderEliminarTardó tanto que el cordero creció :)) Buena lección la de hoy.
ResponderEliminarGracias Ester
Buen miércoles.
Besos.
No es mía la lección, ya me gustaría escribir tan bien como Juan Ruiz, otro alcalaino como Cervantes. Un abrazo y una sonrisa
EliminarNo quiero ni pensar, los traumas ocasionados a las mujeres en la edad media.
ResponderEliminarIncluso las de mas alta alcurnia, vivir en los castillos que ahora visitamos, no debía de ser muy agradable.
Un abrazo
Parece que dormían junto al ganado para tener calor y cuanto mas ricos mas chinches Uff mejor ni pensarlo. con lo bien que va una duchita y ropita limppia. Abrazo
EliminarPues yo pensaba que sí se habían llegado a usar...
ResponderEliminarYo entonces era pequeña y no lo recuerdo pero es lo que he leído, y lo he leído en diferentes paginas supongo que será cierto. Mejor si no existieron. Un abrazo
EliminarNo lo se, pero si lo creo, no estoy de acuerdo. Pero pensar que estoy confudida, ojala, la juventud de hoy, veo muy mal, el control masculino al femenino, vamos retrocediendo, no lo entiendo
ResponderEliminarbesos milllllllllll
Parece que cada vez empiezan mas pronto a controlar a las novias, con la informacion que tienen cuesta creérselo. Abrazos
EliminarQué buena la historia. Un beso.
ResponderEliminarJuan Ruiz era un maestro y el libro del buen amor una joya. Abrazos
EliminarSiempre me ha parecido increible el tiempo en que se practicara eso de los cinturones de castidad.
ResponderEliminarY uno que lo ve como artefacto de museo, lo ve tambièn como una historia sombrìa.
Abrazos.
Sea o no cierto el solo hecho de que alguien lo haya pensado ya es terrible y que lo hayan fabricado para exponerlo en un museo es para personas con las ideas enredadas. Abrazos
EliminarContigo aprendo a diario,abrazos.
ResponderEliminarY yo con vosotros, pienso en algo, o he leído alguna cosa y entonces busco mas informacion y aprendemos juntos. Un abrazote
EliminarHolaaa ..uinssssssss anda que barbarie , de todos modos ya no es sólo que lo llegaran a utilizar es que era antihigiénico y de todos modos usando un poco la cabeza aún en el caso de utilizarlos las damas de esa época alguna historia inventarian para poder hacer su deseo ..De todos modos suena ridiculo y según cuenta la historia no se llegaron a utilizar ..por cierto tb había para caballeros ajajjaja .Muy buen articulo .
ResponderEliminarUn abrazo y pasa un resto de día esplendoroso ..
Es un invento antihigiénico , de hierro, con lo cual se oxida y debe pesar, pensar que a alguien se le ocurriera ya es para asustarse, mejor estos tiempos donde va a parar. Hoy he pasado el día con mi cuñada y hemos cortado algunos trajes. altibrincos
EliminarUffff! Qué artilugio tan horrible. Mejor ahora, donde va a parar!!
ResponderEliminarBesos
Ya lo creo, cuanto mas retrocedemos en la historia peor era la vida. Un abrazuco
EliminarHola Ester , yo creo que sí en aquella época se los ponían a las damas , sí había alguna un poco avispada tenía la solución ; iba a ver al herrero y ya lo tenía solucionado .
ResponderEliminarPero yo pienso como tú que no llegaron a usarse , gracias amiga por dejarme tú cariñoso comentario en mi blog , te deseo una feliz noche besos de flor .
Hoy en día no lo toleraríamos. Cuando voy a tu blog me encuentro muy cómoda. Abrazossss
EliminarTodo se transforma...
ResponderEliminarHe ido al enlace y me encanta esa forma de hablar.
Las llaves me recuerdan a la de los armarios antiguos.
Abrazos
Juan Ruiz merece un vistazo, sus textos tienen musicalidad. Mi armario tiene llaves parecidas jejeje, es que soy muy viejita y me gustan las cosas antiguas. Abrazucos
EliminarSi se usaron no lo sé, pero existieron, están en muchos museos sobre todo de cuero. La verdad es que pobres mujeres aquellas y qué me dices del derecho de pernada... fue quizá un mito?
ResponderEliminarBuenas y dulces noches, Ester, leyendo el libro del buen amor.
Hubiera muerto mucha mujer, no se lavaban pero con el sudor se hubieran oxidado y cuanto menos alguna coja hubiera habido, dicen que los de los museos son posteriores y falsos, pero no tengo seguridad de nada. El derecho de pernada es el abuso del promotor hacia la jovencita que quiere medrar en la actualidad. Hay cosas que cambian poco. Es un gran libro merecemos una relectura. Abrazucos
EliminarNo sabía que lo de los cinturones de castidad era un mito, siempre aprendo algo en tu casa. Gracias
ResponderEliminarEntonces muchas mujeres eran gordas, no había higiene pero se sudaba e igualmente se hubieran oxidado, las llagas se habrían infectado y la poblacion femenina diezmado. Eso es lo que yo pienso pero no lo recuerdo entonces aun era pequeña. Que disfrutes de la feria
EliminarYo pensaba que si que los habían utilizado...
ResponderEliminarPues parece que no, así que menudo alivio pobres mujeres.
EliminarDe los que hay ahora para jugar, solo he visto de hombres :)
ResponderEliminar¿Cinturones de castidad para hombres y los usan para jugar? Voy a por otro café no lo he entendido
EliminarPues con un cinturón de ese calibre, en verano se tenía que cocer el "chichi" que para que te cuento. Y si los había metálicos, a dos por tres les tendrían que poner aceite tres en uno, para que aquello no chirriara.
ResponderEliminarBesos Ester.
En aquella época serian de hierro y se oxidarían, las mujeres morirían de infecciones, mejor pensar que no fue cierto. Abrazos
EliminarMe ha encantado!!! y sobre todo, que no la conocía, la historia que escribió el Arcipreste de Hita.
ResponderEliminarUna chulada :)
Muchos besos.
Una chulada, estoy de acuerdo, Juan Ruiz nos dejó para leer y reír. Este verano puede ser un buen momento para "El libro del buen amor" saltibrincos
EliminarGraciosísimo Pitas Payas...Ahí puede verse la gracia y la picaresca española en esos siglos...Muy interesante tu post, Ester.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz finde.
Gracias, siempre que uno acude a los grandes autores triunfa, y en nuestras letras tenemos mucho donde aprender. Buen fin de semana y muchos cariños
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