Las semillas del corazón
Era conocida y hablaban bien de ella, pero no la había visto
nunca, vivía lejos de mi casa y mis cortitas piernas, una un poco más corta que
la otra no me permitía ir muy lejos, pero lo decidí ayer por la noche cuando
además de tristeza en su cara asomó una lagrima solitaria, por eso esta mañana
voy de camino a visitar a doña Tea, voy pensando por el camino como se lo diré.
Doña Tea, todos dicen que es usted muy buena y yo quería pedirle… Doña Tea me
he decidido a venir hasta su casa para… Doña Tea espero no molestarla pero
quiero… Casi he llegado, me duelen las
piernas y me tiembla el alma pero no tengo miedo.
¡Buenos días Dorotea, quiero una flor! Así de golpe, tantos ensayos y ahora no
recuerdo ninguno, ha sido su mirada en sus ojos hay bondad, tanta, que casi me
echo en sus brazos, me recompongo y pido perdón, doña Tea, he venido a pedirle una flor, con
la sequía no hay ninguna en parte alguna, mi madre llora porque mañana hace una
año que murió mi padre y no tiene ninguna flor que regalarle. La bondad de doña
Tea no solo estaba en sus ojos, también en su corazón y me ha regalado un
ramito de flores y una semilla.
De vuelta a casa, feliz y emocionada canturreo mientras
pienso como usaremos las semillas, se
que son mágicas aunque tengo dudas de para que se pueden utilizar; la gente
cuenta historias. Doña tea es generosa pero enigmática, ella no cuenta nada y
no me he atrevido a preguntarle si le quedan muchas semillas, se que las trajo
su marido pero no sé de donde, claro que no se tampoco quien fue, no conozco a
nadie que lo haya conocido. Seguramente fue un marino que en algún lugar lejano
las cambió por algo especial, como por ejemplo por años de vida, por una pieza
de su cuerpo, ¿una pierna? ¡Qué bien me vendría a mí tener una nueva!
Ya voy llegando a casa y suspiro acelerada pensando en la
cara de mi madre.
Si las semillas le costaron tan caras a su marido entiendo
que para doña Tea sean tan importantes, mi madre dice que siempre invento pero
esta vez solo supongo, y supongo que las semillas se pueden utilizar para todo
lo que sea bueno, para la gente buena. ¿Existen los ángeles?
Ya he llegado.
Este relato está basado en una idea de Ibso, nos propone intercalar
un relato sin entorpecer el suyo, sin contar un final, sin descubrir ninguna
solución ¿La hay? -Creo que no, y con la intención de participar escribí estas
líneas.
Ibso es el editor del blog Camino a la Utopía donde encontrareis el
principio, la pretensión es ir leyendo de blog en blog, Yo os dejo un
enlace para que caminéis hasta el siguiente y al llegar a ese blog continuáis
leyendo y encontrareis otro enlace, así hasta completar un relato entero y
participativo, montado y reunido por nuestro “coordinador”
Preciosa historia, Ester. Besetes.
ResponderEliminarMuchas gracias, tu comentario llegó y tuve que guardarlo pero ya está otra vez donde tiene que estar. Abrazos
EliminarAdmiro esa creativiad que teneis. Con que facilidad tejeis una historia a partir de cualquier dato o palabra. Aplausos
ResponderEliminarHay que dejar que las ideas surjan por si solas, y el teclado hace el resto. Gracias Marcos espero que les guste a todos. Abrazos con palmada en la espalda
EliminarBuenos días, Ester.
ResponderEliminar¿Puedes cambiar el enlace de Sara por el de Jose Vte.?
Es el siguiente:
http://sobremicolina.blogspot.com.es/2016/09/semillas-de-invierno.html
Gracias.
Esta noche paso a comentar tu relato con más calma.
Un abrazo.
ibos
Perdona el lío
EliminarYa lo he hecho. Pero no se si se ha actualizado mi entrada. De lío nada cuando lo organices otra vez saldrá perfecto.
EliminarMuy bonito el relato. Pasare por esos blogs a echar un vistazo. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Ana, no se que ha pasado pero primero no se actualizaba la entrada, y estaba publicada desde las 7 de la mañana, y ahora está duplicada. No se cual de las dos es la buena. Abrazos preciosa
EliminarTe ha quedado un relato muy emotivo y entrañable, Ester. Creo que casa muy bien con la idea de nuestro amigo Ibso. Las buenas semillas para la gente buena, son un buen argumento, y una sugerente y preciosa idea.
ResponderEliminarTe quería comentar que hay un pequeño error en el enlace que has puesto al blog donde he colgado mi relato Ester, no es el que has puesto, es el siguiente:
http://sobremicolina.blogspot.com.es/2016/09/semillas-de-invierno.html
Un abrazo.
Publique la entrada el día 11 como me había dicho Ibso, luego la retiré hasta hoy, hoy he tenido que hacer algunos cambios y al final la entrada se ha quedado perdida y no se ha actualizado, esta mañana seguía recibiendo comentarios a la publicada ayer. Ahora está dos veces, se ha duplicado y en la segunda aparece tu enlace corregido, me ha avisado Ibso y Sara, en esta sigue el antiguo pero ahora mismo voy a modificarlo. Recibo comentarios en las dos. Espero no haberte hecho un lío. Abrazos
EliminarNo te preocupes que de lio nada, jaja, y muchas gracias
ResponderEliminarUn abrazo.
De nada, ha merecido la pena
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