Empiezo yo, pero empiezo por mi madre. Cuando ella era niña
las medias de “cristal” eran un bien escaso y por ello muy preciado, y ella y
sus amigas tomaban una maleta, de esas de cartón-tela y esquineras de cuero,
vacía por supuesto y sin cerrar, sujetándola con el dedo así cuando pasaban
junto a una piernas enfundadas en medias de seda soltaban el dedo, la tapa de
la maleta caía y con el cierre ¡enganchón! a las medias. Sigo, mi padre echaba tinta china (no de los
chinos, que aun no se habían establecido) es tinta hecha con negro de humo y se
usa especialmente para dibujar y comenzó a utilizarse en China en el siglo III
antes de Cristo, de ahí su nombre, en las pilas del agua bendita de la iglesia.
Bueno ahora os dejo que vosotros contéis las vuestras.
Yo he sido buenecico, pero en el pueblo de mi padre cuando iba a cuidar y para que pastaran las yeguas, aprovechaba para "robar" fruta de algún huerto.
ResponderEliminarEn cierta ocasión una mujer me preguntó que donde iba y yo le dije al campo que iba a ir, me contestó, "Coge toda la fruta que puedas de nuestro huerto que se está echando a perder", cosa que pensaba hacer. Pero al darme permiso ella, ya no cogí absolutamente nada.
Abrazos
Es lo que tiene, si quitas el "Prohibido" pierde toda la gracia. Gracias por contarlo y abrazos
EliminarYo le enseñé a mi hermanita (onces meses menor que yo), a coger las tazas de café (que mi madre tenía en un mueble bajito) por un asa y soltarla.
ResponderEliminarLo pasábamos muy bien las dos pero sólo regañaban a una ;-)
¡Muy divertido el post, Ester! Besos y graciassss
Seguro que sonaban genial al estrellarse con el sueño. Me la apunto. Gracias y abrazos
Eliminarjajaj que bueno. Pues yo no recuerdo las mias la verdad. Pero mi madre siempre me comenta a vez que yo siendo bebé (unos 8 meses) me dejaro a cargo de mi tía, pero con mis dos hermanos, que debían rondar los 4 y 5 años, y estábamos en la casa de la playa, y por lo visto me vieron muy blanca, y para que cogiera color me untaron todo el cuerpo de betún en un descuido de mi tía
ResponderEliminarMuy divertido, y antes el betún era de verdad, pena que no había móviles cerca para hacerte una foto. Abrazos divertidos
EliminarMe toca, parece que una vez me dio por ponerme miel en el pelo a una compi de clase, no sé por qué lo hice (seguramente era una lección o venganza o las dos cosas)
ResponderEliminarEl caso es que, yo fui la cabeza pensante y unos amis pusieron los brazos ejecutores, aún hoy sigo sin confesar la verdad
Ni se te ocurra, jamás lo reconozcas, yo no me chivaré. pero me la apunto, Gracias y saltibrincos
EliminarRecuerdo un verano con mis abuelos en un pueblecito de la provincia de Castellon. Por la tarde la gente regaba la calle delante de su casa y sacba sillas para estar de tertulia.
ResponderEliminarEra una calle larga y con pediente. Me acoplé a los chicos de mi edad, sobre 9 años, y jugamos a "tombar cadires", bajabamos corriendo en tromba la calle y haciamos tumbar las sillas vacias a toda carrera.
Por un momento pensé que las cadires estaría llenas, cierro los ojos y me lo imagino. Gracias por compartirlo un abrazo
EliminarJajaja, pues yo mordí la fruta prohibida, me explico; mi madre tenía unas bonitas manzanas rojas y unas peras preciosas de adorno y estaban diciendo cómeme. Las tenía bien altas pero puse una silla me subí y mordí, joo ¡que chasco! eran de yeso por dentro. Mi madre no me regaño, como no alcanzaba, pensaría que no fui yo, pero quien iba a ser sino. Un abrazo
ResponderEliminarSupongo que nunca lo reconociste, esas travesuras nunca se admiten ¿El yeso estaba bueno? Gracias por contarlo. Saltos y brincos
EliminarSi he de ser sincera no recuerdo ninguna travesura y tampoco me han contado nada al respeto así que debí de ser muy buena.
ResponderEliminarBesos
O todo lo contrario y no te atreves a contarlo, jaja. Un abrazo
EliminarYo no he sido demasiado traviesa.
ResponderEliminarQuizás de adulta algo más.
:)
Las travesuras de adulta tambien valen... Cuenta, cuenta.
EliminarAbrazos
jajajajaja no sabes la gracia que me hizo tu travesura amiga y me recordó, la anécdota que me ocurrió de chica, fue en defensa propia, no con medias de cristal precisamente ya existían las medias de nylon y mi madre era muy preocupada de tener sus medias finas como le llamaban,tengo una hermana que siempre abusaba de mí, en los juegos era menor que yo pero muy traviesa yo era medio enclenque, y siempre terminaba llorando, y una tía que estaba a cargo de nosotras, estaba a punto de salir y se había colocado las medias finas que mi madre le había prestado, le molesto mi llanto y le dijo a mi hermana pégale más fuerte para que llore con ganas, y me agarro firme ella de la cabeza para que mi hermana me pegara yo desesperada no sabía cómo defenderme en ese momento vi las piernas de mi tía, y le dí un arañón con todas mis fuerzas,mis jajajaja la que terminó llorando fue ella no tenían otra medias, gracias amiga por sacarme una sonrisa.
ResponderEliminarAbrazos feliz inicio de semana.
Esas medias finas daban mucho juego, y las peleas con los hermanos animaban la imaginación, siempre pensando en como vengarnos de lo que nos hacían. Saltos y brincos
EliminarHaces trampas...¿y las tuyas?
ResponderEliminarPor cierto, me encantan esas maletas :)
Yo ya no recuerdo jejejeje
Besos, muchos
En la iglesia pasaban una bandeja metálica para pedir, mi madre o mi padre me daban una moneda para que la echara, yo y tenia la habilidad de con la moneda en una mano daba un golpecito por debajo de la bandeja y a la vez con la otra mano cogía dinero de la bandeja, No se lo cuentes a nadie. Un abrazo
Eliminarjajajajaja Esterrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!! jajajajaja
EliminarRíete tranquila es cierto, le enseñe el truco a mi hermana pero a ella la pillaban
EliminarYo me fui con cua de mi catsaro añoss casa de una amiga de mi mdadre, viviamos en un pueblo, las casa en el norte no estan distancisdas no como por el sur, para que me entiendas, bien pues mi madre pobrecitaaa asustada llamandome, yo la oia pero no costeba ademas le decia a la amiga de mi madre que no costera, todo tenia un motivo, la comida de mi madre no la queria, no porque mi madre no supiera cocinar, la caprichosa era yo, y como la comida de amiga la comia, pues perfecto
ResponderEliminarUn dia hablando con mi madre ya con 17/18 años, me decia que di tantos problemas para comer, le llevaba mi comida a su amiga porque alli me gustaba la comida
Claro que se preocupaba si no me encontraba porque como era una muñequita, jajaja, todos me querian
Te contaria muchas porque las recuerdo, pero se acabo el recreo
besossssssssss
PERDONA LAS PRISAS NO SON BUENAS NI PARA MORIRSE PERO CON INTERES LO ENTENDERAS TODO, LA CONTESTACION TIENE ERRATAS, NO TE PRECUPES SON TRAVESURAS JAJAJA
EliminarMUAKMUAK
Pues he entendido todas las erratas-travesura, y me he reído con lo que cuentas, espero que tu tambien. Un abrazo
EliminarSiempre fui dócil y obediente debido al rigor de cuartel en el que vivíamos, mi padre era militar.
ResponderEliminarPero un día me rebelé ante la austeridad respecto a las cosas dulces y saqué dinero de la billetera de mi madre. No monedas, sino un papel -del que desconocía el valor, tendría unos seis años- y fui al quiosco antes de ir colegio. Me dieron tantas cosas ricas (y además de un vuelto) que empecé a repartir entre mis compañeras chocolates, caramelos, alfajores, turrones, etc.
Te imaginarás lo que ocurrió cuando regresé a casa...
Un enorme abrazo, Ester.
Jajaja, supongo que no te dieron un abrazo, pero a veces merece la pena jugársela, aquellas rebeldías son hoy recuerdos que nos sacan sonrisas y en tu caso repartiste, yo me hubiera dado un atracón. Gracias por contarlo y abrazucos
EliminarUna vez se me ocurrió esconder unos carritos Tonka de un vecino, en un lote baldío frente a su casa y junto a la mía.......cuando terminamos de jugar, por mas hoyos que hicimos para recuperarlos, nunca los encontramos!!!!
ResponderEliminarjeje abrazucos Ester =)))
Quizá estén todavía, ahora serian objetos de colección. Apuntamos la travesura y te la cambio por un abrazo agradecido
EliminarHicieron dos casas....y cuando estaban construyendo estuve tentada a ir a preguntar!!! jejeje
EliminarAbrazosMil :D
jajaja, la cara de los constructores hubiera sido de película... Sigo riéndome. Un abrazo
EliminarTú sólo has contado travesuras de tus padres, eso no vale.
ResponderEliminarYo era tan traviesa que no sé cual contar mejor te cuento una que hice con unos quince años, no es travesura pero me valió unos cuantos pellizcos de mi madre que iba agarrada a mi brazo, se escurrió y se quedó con una pierna hacia delante y otra hacia detrás,parecía que estaba haciendo un paso de bellet, a mí me dio por reír y no la cogía del suelo, esto pasó en la puerta del Casino en el que estaban muchos señores sentados en la puerta, como era costumbre por aquí. Mi madre furiosa de que no la ayudara a levantarse y tuvieran que venir estas personas a levantarla, me puso el brazo lleno de cardenales y yo seguía riéndome, Aún hoy me río al recordar la escena.
Además de los cardenales me valió tanta risa un buen castigo.
Imagino la situación, la risa te deja sin fuerzas para levantar a nadie, pobrecita. Seguro que después y a solas tu madre también se rió un poquito. Gracias por contarlo. Abrazos divertidos
EliminarMama, dice sor María que no puedo llevar el pelo tan largo para la función, que me lleves a la peluquería, y mi madre me mando a paseo y dijo que ya hablaría ella con la hermana, insistí y lloré y mis tíos dijeron que ellos me llevarían a la peluquería, mi madre no hizo caso y siguió con lo que estuviera haciendo. En la peluquería me cortaron el pelo de llevarlo por debajo de la cintura a dejármelo por encima de los orejas. En cas hubo drama, mi madre se enfadó con mis tíos, mi padre conmigo, mi abuelo con mi madre y yo me reía por lo bajini.
El lunes me llevo mi madre al cole y cuando nos vio sor María le dijo a mi madre: “Que pena que le haya cortado el pelo a la niña, con las trenzas tan bonitas que tenia. Estas modas de ahora no son para las niñas” Espero que estés contenta
Jajajajaja, muy contenta y además me recuerda a otra muy similara que protagonicé yo, jajaja
EliminarJajajajaja, muy contenta y además me recuerda a otra muy similara que protagonicé yo, jajaja
EliminarQue tiempos y trastadas y travesuras que no olvidamos. Abrazos
EliminarNo hagas trampa, cuéntanos alguna de tus travesuras. Dale, me encantaría conocer alguna!.
ResponderEliminarUn abrazo.
El problema de las prisas es que casi nunca podemos leer los demás comentarios, ya he contado dos, y si cuento mas la fama de trasto me precederá. Un saltibrinco alegre
EliminarCuenta tus travesuuuras!
ResponderEliminarMas arriba he cotado primero una y luego otra, pero como fueron algunas te cuento otra, esta es compartida, me gustaba como el olor a ropa planchada y una vez pedí que me dejara planchar un pañuelo, Carmen vigilante me dejó un pañuelo de mi padre y me dijo que tenia que rociarlo con "agua" subida en una silla lo hice, y quedé muy satisfecha, ella me animo a que hiciera algo mas difícil y me dejó planchar un calzoncillo, costó un poco pero lo logré. Se lo enseñe a mi madre y me dijo que cuando viniera mi padre se lo contaríamos y estaría contento. Ninguna de las dos me dijo que el agua era almidón ¿Contenta?
EliminarAnoche conté una mía, pero ha desaparecido ¿?.
ResponderEliminarNo, esta vez Blogger no es culpable, la contaste en la entrada de la geometría, se nota que te gustan las áreas y las tangentes. Abrazos
EliminarTravesuras? que es eso jajajaj
ResponderEliminarfui traviesa desde que nací y hasta gamberra para mis padres claro , y claro me sentía como Kalimero y cuanto más mayor mas trastadas desde escaparme del colegio por la ventana , a salir a 4 patas de la aula / pues las clases tenían dos puertas/ después de pasar lista , de fugarme con mi prima / yo vestida de hombre/ de madrugada con 15 o 16 años para irnos a las verbenas de pueblos lejanos, o comerme el bacalao crudo que guardaba mi madre y cuando lo iba a utilizar le faltaba un buen trozo , y del chocolate ese gordo de hacer ......... quedar solo el papel
nahhhhhhh yo no he hecho trastadas
un beso y me voy pensando en las ganas que tengo de subirme de nuevo a la copa de un buen árbol
Las personas como tu que siembran de travesuras su crecimiento luego llegan a la madurez con brío y energía. Ya sabía yo que tu eres genial desde siempre. Gracias por compartir. Saltos y brincos
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