El curioso fenómeno acústico que comparten algunos edificios
separados en el tiempo y la distancia, La Estación Central de Nueva York, La
Alhambra, La catedral de San Pablo en Londres, El Escorial son algunos; en esos
enclaves y debido a la construcción con techos o paredes con forma cóncava, si
alguien pegado a la pared susurra otra persona en el extremo opuesto puede
escucharlo, aunque es inaudible en el centro de la estancia.
Alrededor del año 20 a.C. Vitruvio escribió un tratado sobre las propiedades acústicas de los teatros, siendo el primero en describir fenómenos que hoy conocemos como la interferencia, los ecos y la reverberación.
Muchos nombres lo
mencionaron, se empleó en la construcción de teatros griegos aun antes de que
se conociera la naturaleza física y matemática de la propagación del
sonido.
Podríamos decir que el eco nos une

No lo conocía. Un beso
ResponderEliminarExiste y es real, se puede comprobar, de hecho hay quienes lo hacen. Abrazo
EliminarDesconocía este fenómeno.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Pus ahí está podemos acudir a alguno de los lugares y lo comprobamos y luego un cafelito. Abrazo
EliminarBuenos días, interesante , tanto que has promovido mi curiosidad y os dejo algo que me ha llamado la atención , copiad del libro gordo jj. Un besazo , espero que os guste la anécdota.
ResponderEliminarLas Campanas de St. Mary le Bow (Londres, Inglaterra)
Anécdota: Una leyenda popular del siglo XVII cuenta la historia de Dick Whittington, un joven sin dinero que huía de su maestro. Al escuchar las campanas de la iglesia de St. Mary le Bow, le pareció que decían: "Vuelve, Whittington, alcalde de Londres por tres veces". Él regresó, hizo fortuna gracias a su gato cazador de ratones, y efectivamente, fue elegido alcalde de Londres en tres ocasiones. En Londres, solo aquellos nacidos lo suficientemente cerca para oír estas campanas se consideran "verdaderos londinenses".
Muchas gracias, me ha gustado tu anécdota (aqui siempre aprendo) Y Londres tiene sus cosas como los cuervos de la Torre que los cuidan para que la monarquía no caiga. Un abrazo grandote
EliminarMuy bonita esta anégdota que nos cuenta CAMPI, gracias, un beso!
EliminarNunca hay que dejar de leer sus comentarios
EliminarMuy interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi me lo pareció la primera vez que me lo contaron. Abrazo
EliminarY por supesto tb tu entrada que como siempre, además de ilustrativa, es aleccionadora.. porque buena falta nos hace aprender a unirnos en lugar de andar todo el día a torta limpia : ) Otro beso para ti ESTER q mi eco te llegue y nos una: )
ResponderEliminarNos está costando estar unidos por las mismas causas, y aun nos falta la cena de Navidad jajaja. Un abrazo gordo
EliminarEstoy de acuerdo con tu post Ester, me paso en la Catedral de Santiago, era como un murmullo que parecía salir de los muros, pero lo de oír como si otras personas susurran me sucedió en Roma, en el Coliseo. Un abrazo grande
ResponderEliminarEs que es cierto, si se hace bien es genial, que bien que tu lo consiguieras. Un abrazo Nuria
Eliminar¡Qué interesante, Ester! habrá que probar!
ResponderEliminarY también la anécdota de Campirela.
Abrazos!!
Nos vamos las tres de aventura , escuchamos las campanas y luego la cacofonía de los edificios singulares. Un abrazuco y una sonrisa
EliminarEran realmente buenos constructores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aun hoy sorprende como lograron poner ventanas en las catedrales y la manera de conseguir que los muros protegieran del frio y del calor, unos genios. Abrazo
EliminarEs algo absolutamente maravilloso con su correspondiente explicación científica pero que no deja de sorprender.
ResponderEliminarEn la Alhambra los guías son muy dados a impactar al visitante con la comprobación...bueno eso era antes porque ahora con la masificación que hay en todos sitios es casi imposible
Besitos
Es verdad con el turisteo (que no me quejo, genera mucho dinero) nos perdemos algunas cosas que no da tiempo a experimentarlas uno a uno. Abrazos
EliminarEn las iglesias es común ese fenómeno.
ResponderEliminarUn abrazo.
La acústica de muchos edificios, tanto iglesias como teatros, es una maravilla de la inteligencia y creatividad humana.
ResponderEliminarHe escuchado conciertos tanto en teatros como iglesias y el sonido es conmovedor.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Muy interesante no lo conocía, no la anécdota de Campi ,tampoco.
ResponderEliminarGracias a ambas.